La ropa la hacía su madre en casa, aunque su hermana trabajó de costurera antes de irse a servir. Entre las dos hacían todo tipo de prendas, desde zapatillas de paño, hasta manteles y sábanas bordadas. La indumentaria habitual de las mujeres eran trajes y toquillas negras, lo que solía envejecer el aspecto. Pilar recuerda a su madre más joven en sus últimos años de vida.