El pan lo compraban en la panadería de Rubio y recogían vales para intercambiarlos por panes. Después su madre pagaba el pan al final de mes. En casa no hacían pan porque no tenían horno, solo la cocina de leña. Hacían muchas conservas y comenta que desde que abrieron la primera conservera y llegaron los primeros botes de cristal fue cuando empezaron a hacer conservas de muchos alimentos. Cuenta una anécdota sobre embotar chorizo. Su madre estuvo trabajando en una conservera y llevaba a casa algunos alimentos. Embotaban guisantes, habas, espárragos y demás. Iban a la fábrica a que les pusieran la tapa de los botes y se los cociesen. Todavía continúa haciendo conservas.