Para Jesús una persona especial en su vida ha sido su abuelo, tenía un poso de serenidad, de dejar hablar y escuchar. Le veía cosas que transmitían mucho y lo recuerda con mucho cariño. De sus padres está muy agradecido por la confianza que le han dado. Recuerda la época que dejó de ir a misa por su falta de creencia en la iglesia y comenta que sus padres respetaron su decisión.