La casa familiar estaba en el número 33 de la Calle La Rueda. La casa tenía un bajo donde estaban los animales: cerdos, gallinas, patos y conejos. En el primer piso estaba la vivienda. Al año mataban dos o tres cerdos para poder alimentarse todos, ya que eran una familia numerosa. El suelo era de baldosas y, como en casa no tenían desván, su padre guardaba las alubias y almendras debajo de las camas. Su madre aprovechaba todos os alimentos y se apañaban como podían. Tenían varios olivos y hacían aceite, aunque no era suficiente para el consumo anual. Relata que en casa no comía chocolate y recuerda que con la familia de Lekeitio comía de todo porque tenían tienda.