En casa tenían a la Virgen de Cuevas y dice que casi todos los vecinos la tienen. La propietaria del piso también vivía en la casa. Su abuelo y abuela vivían muy cerca. Más tarde, su padre y su madre llegaron a comprarse una casa en la Calle Santa María. La relación con los abuelos era muy buena y cuenta alguna anécdota. La relación con su padre y su madre también era buena, aunque distante con su padre porque trabajaba mucho. Con su madre pasaba mucho más tiempo y ella era la que se ocupaba de todo lo relacionado con la casa.