La matanza del cerdo reunía a toda la familia. Una tía de Pilar era la mondonguera, sumándose el abuelo materno y el resto de los tíos y primos. Cada miembro de la familia cumplía un papel en la matanza, aunque los más pequeños no solían intervenir. A los familiares que no asistían se les guardaba el presente, compuesto por un chorizo, una morcilla, tocino y costillas. Los días de la matanza, comenzaba a consumirse la carne del cerdo, siendo el hígado el plato principal del primer día de matanza. Los matachines del pueblo se ocupaban de matar al cerdo y, una vez el veterinario supervisaba al animal, comenzaban a descuartizar al animal muerto.