Su casa era la vivienda típica de Viana, muy alta y con una entrada, cinco plantas y un gallinero. Vivían solo cuatro personas, sus padres y los dos hijos. Tenían un aseo con agujero para hacer las necesidades. Dentro de la vivienda había una pocilga con cerdos y un habitáculo para guardar los perros de caza. En la parte de arriba había un fogón para cocinar.