En la Guerra Civil hubo casos de mujeres a las que raparon el pelo, eso era una costumbre que también se hizo en las Guerras Carlistas. En la Guerra Civil, los carlistas y los falangistas cantaban una jota burlándose de las mujeres a las que habían cortado el pelo. Todo eso conllevaba una humillación y un apartamiento social posterior, dejándolas arrinconadas socialmente.