Nicomedes Marañón era una mujer de izquierdas de Viana que llamaban la «Pasionaria de Viana». La detuvieron en Logroño y la fusilaron en las tapias del cementerio. Dejaron libre a su marido, Fermín Merino, que también estaba detenido, que volvió a Viana a su casa con sus cuatro hijos e hijos. Después fue detenido y finalmente lo mataron, aunque nunca se ha sabido exactamente cómo ocurrió el suceso.