Jesús volvió de nuevo a trabajar a la carpintería Salcedo, ahí ganaba menos dinero que en la panadería, pero libraba más días. En Salcedo tuvo un compañero, Alejandro, que para él fue de las mejores personas que ha conocido en la vida. Jesús, dentro de la empresa, estuvo en la sección de limpieza de librerías.