JAVIER LABEAGA MENDIOLA

En esa época, a las mujeres no les hacían revisiones médicas como se realizan hoy en día durante el embarazo. Los partos eran en casa y las atendía el practicante del pueblo. En los bautizos echaban dinero, caramelos o almendras garrapiñadas a la salida de la iglesia, recuerda una vez que echaron de broma pesetas calientes. También recuerda los chupetes que llevaban los niños y niñas de entonces, así como que siempre iban con las «velas», los mocos, colgando.