En general tiene buenos recuerdos de sus maestras monjas, pero lo pasó muy mal con la monja sor Patrocinio y cuenta que muchos días la castigaba sin comer. Las demás monjas se portaban muy bien con ella. Comenta que todas las mañanas le daban leche en polvo y queso amarillo, la leche la tiraba y el queso lo guardaba para llevarlo a casa. Tenían un libro para todas las materias y lo compartía con su hermana. Nieves estuvo en la escuela hasta los 12 años y comenta que durante el horario escolar aprendían labores. Cuando eran pequeños jugaban a distintos juegos como tres navíos, la estaca, a los cromos, a los recortes de muñecas de las revistas y demás. Cuando eran más mozas jugaban mucho a las tabas, a las canicas y a la soga.