Había dos días de celebración en la ermita de Cuevas, uno el lunes de Pascua que se hacía una misa en la calle y el día de la Virgen que les daban pan y vino. Los jóvenes solían ir en carros al pinar, allí se celebraba una procesión y daban un desayuno. Explica que una cuadrilla reformó la ermita y se encargaban de preparar la fiesta, ahora otra cuadrilla ha tomado el relevo.