Cuando una mujer estaba embarazada no pasaba por ninguna revisión. Antaño las mujeres daban a luz en las casas y comenta que había dos comadrones que a su vez trabajaban como barberos y practicantes, Faustino y Subirán. También había dos médicos. Cuando su madre iba a dar a luz, mandaban a los hijos e hijas fuera de casa. Los bautizos eran a los pocos días y el día del bautizo se echaban monedas y almendras. Cuenta unas anécdotas.