Valentín fue uno de los promotores y fundadores de la Ikastola en Viana. Sus hijos fueron a la ikastola, pero las generaciones anteriores no sabían euskera. Al principio empezaron a aprender euskera en una bajera y luego pasaron a dar clases en la Asociación Ultreya. La fundación de la ikastola creo mucha polémica y les apodaban “los ikurriños” casi de manera despectiva.