En los años 80, trajeron una maestra que sabía euskera para que enseñara en la ikastola de Viana. Se llamaba Mertxe y su marido Claudio también daba clases a personas adultas. Primero estuvieron en una bajera, luego en unos gallineros hasta que se compró el terreno para hacer la ikastola con el dinero del Nafarroa Oinez.