Había algunas familias y parejas que veraneaban en Viana, la mayor parte procedían del País Vasco, ya que el cambio de la humedad al aire seco era muy bueno para ellos y para no coger catarros. Su marido decía lo mismo cuando iban de vacaciones. Por el pueblo pasaban pobres pidiendo por las casas. Cuenta unas anécdotas de unos pobres que pasaron por el pueblo, pero con malas intenciones.