La relación con los pueblos era buena, aunque existían diferencias identitarias. Si bien con los de Aras, de Navarra, tenían algún problema, con los vecinos de Moreda tenían una relación más cercana. A las fiestas, acudían vecinas y vecinos de los pueblos colindantes, y viceversa. La hermana más mayor de Pilar solía acudir a muchas de las fiestas de los pueblos cercanos gracias al dinero que le administraba su abuelo. El resto de las hermanas no solían ir a ningún sitio.