Las casas eran antiguas, remarca que eran muy distintas a las actuales. En el pueblo las casas eran más sencillas y bajas, aunque entre ellas podía destacar alguna casa señorial o algún palacete. Las puertas de las casas eran de madera y se habrían por la mitad, también estaban siempre abiertas y no existían los timbres. Antaño no había teléfonos y cuenta cómo fue su parto en el Hospital de Logroño. Al dar a luz, como no tenían teléfono, le tuvo que llamar a una vecina que sí que tenía.