El Ayuntamiento organizaba trabajo a vereda entre los vecinos y vecinas y administraba el material necesario. Los vecinos y vecinas acudían de manera voluntaria a trabajar, por ejemplo, para hacer distintas tareas como el arreglo de los caminos. El alcalde era elegido a dedo por el Delegado del Gobierno. Las personas con más autoridad eran el alcalde, el secretario, la Guardia Civil y el cura.