Entre los hermanos hacían los recados necesarios y los de las vecinas si se lo pedían. Cuenta que había unas vecinas enfermas a las que les hacían recados y que en Navidad les daban unos muñecos. Sus padres no les podían comprar juguetes y por Navidad les regalaban todos los años un muñeco de cerámica, que lo sacaban para un día y lo guardaban hasta el año siguiente. En Lekeitio los niños recibían unos juguetes magníficos que el padre compraba en Terranova. En Navidad, en casa preparaban turrones, mazapanes y sopas de gallina o pescado. Su madre para Navidad mataba un cerdo y comían las mejores piezas, también compraba merluza congelada y la rebozaban.