No era tan habitual que el éxodo rural se extendiera hasta el continente americano. Comenta que dos hermanos de su abuelo se marcharon a Argentina. Sus tíos vivían en el Roncal y se trasladaron a Logroño con su ganado, cambiaron de trabajo varias veces y, como no estaban contentos, se marcharon a Argentina. Un tío suyo regresó antes que el otro. Su padre hizo varios viajes, pero su madre le convenció de quedarse en Viana donde se le podía dar estabilidad a la familia.