El Ayuntamiento contaba con varios empleados municipales, con servicios como el sereno, el regadío, guardas de campos o alguacil, que anunciaba a toque de trompeta los bandos sobre productos que llegaban al pueblo o acontecimientos diarios a toque de trompeta. Quienes realmente tomaban decisiones en el pueblo eran el alcalde, el juez de paz, el médico y el farmacéutico, en cuya trastienda hacían las reuniones.